los sentimientos de tristeza, interrumpen los movimientos
circulatorios; lo cual debilita el estado físico moral.
Es pues, necesario combatir á todo trance todos estos
sentimientos desde su aparición, con las armas de la filo-
sofía y con toda la energía de la voluntad,
IV
El aire puro y vital, es una de las condiciones indispen-
sables de salud y de longevidad.
El aire de los dormitorios y demás aposentos cerrados
ó demasiado calientes en Invierno, se necesita renovarlo
con frecuencia, sobre todo, cuando una reunión numerosa
ha pasado en ellos la noche; porque habiéndose consumido
en parte el oxígeno, por la luz y la respiración de las
personas, este aire se hace insalubre.
V
Escoged buenos alimentos, especialmente aquellos que
se digieren y se asimilan con facilidad, y cuyos residuos
se eliminan sin gases ni esfuerzos.
VI
Las cantidades alimenticias deben estar siempre en re-
lación con las fuerzas digestivas, con los ejercicios físicos
y las pérdidas que sufre el cuerpo sin cesar. La persona
que gasta mucho en trabajos corporales, debe necesaria-
mente consumir mucho más que la que lleva una vida se-
dentaria ó que trabaja poco.
En una palabra, la reparación alimenticia debe estar
siempre en relación con las pérdidas del cuerpo: comer
mucho ó demasiado poco es igualmente perjudicial.
VII
La medicina en el orden terapéutico, como en el patoló-
gico, es igualmente útil en caso dado; sin embargo, es pre-
ciso no abusar de ella. Las personas que por una ligera
enfermedad ó un desarreglo cualquiera, ocurren al médi-
co y tocan este recurso con insistencia innecesaria, se pue-
de pronosticar que nunca gozarán de salud cabal.