en guardar los chivos de D[o]n. Felipe Barri
me constaba, que ygnoraba, lo yndispensa-
ble para salvarse, y noticioso, yo por el
P[adr]e. m[aes]tro de esta mission, para que diese
la correspondiente y oportuna providencia
no me atrevi, en virtud de yncidir el lance
en las consavidas ocurrencias, teniendo, no
se siguieran mayores ynconvenientes: Basta
señor ya, sobre este particular.
Sobre la falta de subordinacion, me
remito a todo lo antecedente y digo, en una
palabra, que han estado tan distante
de la correspordencia a respeto tan de
vido, como en realidad esblavizados, al
despotismo de su dominio, pues hasta
pedir licencia, para lo que no puedo expresar
sin horror y confusion, y sin escandalo, queda
ron ympresionados los havitantes de esta,
el estar necesitados: ni el rey señor, discurro
ha tenido tal dominio como el que este
caballero ha practicado, por lo que no al
canzo, en que pueda fundar, la falta de subor
dinacion tan decantada, y defecto de res
peto.
A lo tercero de la falta de armonia por
nuestra parte, digo a V[uestra] Ex[celenci]a. que hasta
el critico punto de salir de la peninsula
asi yo como los PP[adres] nos hemos portado
con su persona y familia con la mayor
atencion, pues sin reparar en laces
ni en fatales ocurrencias, no nos ha
quedado que hacer por complacerle