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Para proponer los que ocurren sin que con ningun pretesto pase-
mos a imbestigar osados la permision delas seszientas y cinquenta
toneladas que sin replica condezendimos sumisos por que siendo esta
grazia digna y propia dela Regia magnanimidad solo nos restaua
abrazarla pecho por tierra es preziso manifestar ante todas cosas,
la practica y calidades de comerzio interior del reyno su estado y
consequenzias en los negozios.
Es señor exc[elentisi]mo, Mexico su capital de donde nazen las unibersales
utilidades por que su vezindario y comerzio es el servicio principal
y fomento delas subverzibas operaziones sin que en otra parte del
reyno aiga substanzia para superarlas pues aunque a estas Améri
cas den el título de ricas las muchas venas de oro y plata que in-
cluyen dibersos parajes y los estimables fructos que tributan otros,
no se berifica la ere[n]cia sin el socorro delos operarios que entienden
en las verisimas labores indispensables para desentrañar las pri-
meras y beneficiar los segundos ni puede perfionarse sin costo-
sisima copia de materiales e instrum[en]tos, que para conseguir el fin
se necesitan; y es innegable que sin estos auxilios ni hubiera
en el orble pais mas misero que ellas pues nada consigue el ma-
nipulo desus visitadores necesario para la manutenzion dela
vida, (en una politica proporzion) sin que de sus extraños y vemos
climas lo atraiga el comerzio con la esperanza dela utilidad ni aun
las zemilllas y ganados (que se reconocen abundantes) hubiera si los
vezinos y comerciantes de Mexico no antizipasen a los dueños
de Aziendas y estanzias los jeneros y aunque nezesitan para
los navios y pages delos operarios fiando la retribucion delos su-
plementos en la inconstanzia delos t[iem]pos y aczidentes dela fortuna.
Verdad bien savida es que los mas delos mercaderes que pa-
san a la tierra adentro a comerciar, son unos meros factores de
los de Mexico y que los jeneros que estos conduzen solo en su pro-
piedad, tienen el uso e intereses que su travajosa industria consigue
en sus gananzias pues los capitales son suplidos en la dicha de su co-
rrespondenzia sin que en estos traficos se ejerziten hombres
que con sus caudales puedan practicarlos pues los que llegan

Para proponer los que ocurren sin que con ningun pretesto pase-
mos a imbestigar osados la permision delas seszientas y cinquenta
toneladas que sin replica condecendimos sumisos por que siendo esta
gracia digna y propia dela Regia magnanimidad solo nos restava
abrazarla pecho por tierra es preciso manifestar ante todas cosas,
la practica y calidades de comercio interior del Reyno su estado y
consequencias en los negocios.
Es señor excelentísimo, Mexico su capital de donde nacen las unibersales
utilidades por que su vecindario y comercio es el [...] principal
y fomento delas [...] operaciones sin que en otra parte del
Reyno aiga substancia para superarlas pues aunque a estas Améri
cas den en título de ricas las muchas venas de oro y plata que in-
cluyen dibersos parajes y los estimables fructos que tributan otros,
no se berifica la erencia sin el socorro delos operarios que entienden
en las verisimas labores indispensables para desentrañar las pri-
meras y beneficiar los segundos ni puede perfionarse sin costo-
sisima copia de materiales e instrumentos, que para conseguir el fin
se necesitan; y es innegable que sin estos auxilios ni hubiera
en el orble [...] mas misero que ellas pues nada consigue el ma-
nipulo desus [...] necesario para la manutencion dela
vida, (en una politica proporcion) sin que de sus extraños y vemos los
climas lo atraiga el comercio con la esperanza dela utilidad ni aun
las semilllas y ganados (que se reconocen abundantes) hubiera si los
vecinos y comerciantes de Mexico no anticipasen a los dueños
de Aciendas y estancias los jeneros y aunque necesitan para
los navios y pages delos operarios fiando la retribucion delos su-
plementos en la inconstancia delos tiempos y aczidentes dela fortuna.
Verdad bien savida es que los mas delos mercaderes que pa-
san a la tierra adentroa comerciar, son unos meros factores de
los de Mexico y que los jeneros que estos conducen solo en su pro-
piedad, tienen el uso e intereses que su travajosa industria consigue
en sus ganancias pues los capitales son suplidos en la dicha de su co-
rrespondencia sin que en estos traficos se ejerciten hombres
que con sus caudales puedan practicarlos pues los que llegan