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de Religioso de ntra orden, verificándose en él todas las
propiedades y rrequisitos que se requieren para constitu
ir a un Religioso en el sr verdadero de hijo de nuestro
Padre Santo Domingo. Este B.to p[adr]e. cumplió con los
intentos q[u]e nuestro santisimo p[adr]e tubo en fundar ord[e]n
de predicadores, que en breve, fué querer que sus hijos fuesen
Santos, doctos y Apóstoles para vien y utilidad de las al
mas, celadores de la Ley evangelica, defensores de la santa
yglecia, abrazados en caridad y que con la actividad de
su insendio predicasen a los ynfieles, redujeren los hereges,
combirtiesen pecadores, y fortificasen a los catholicos.-
Todo se halló en F. Domingo de Salaçar letras, virtud,
predicacion, [de lo?] Apostólico del vien del projimo, y
que incansablemente procuró la combercion de mu-
chas gentes y a costa de su sudor y develo solicitó su
salvacion, y queando los ynterezados en su bien estaban
olbidados de si mismos, él, vigilante para que le goza
zen, no perdonó caminos, navegaciones, trabajos por
comunicarles el berdadero bien q[u]e ni conoci

de Religioso de ntra orden, verificándose en él todas las
propiedades y rrequisitos que se requieren para constitu
ir a un Religioso en el sr verdadero de hijo de nuestro
Padre Santo Domingo. Este B.to p[adr]e. cumplió con los
intentos q[u]e nuestro santisimo p[adr]e tubo en fundar ord[e]n
de predicadores, que en breve, fué querer que sus hijos fuesen
Santos, doctos y Apóstoles para vien y utilidad de las al
mas, celadores de la Ley evangelica, defensores de la santa
yglecia, abrazados en caridad y que con la actividad de
su insendio predicasen a los ynfieles, redujeren los hereges,
combirtiesen pecadores, y fortificasen a los catholicos.-
Todo se halló en F. Domingo de Salaçar letras, virtud,
predicacion, [de lo?] Apostólico del vien del projimo, y
que incansablemente procuró la combercion de mu-
chas gentes y a costa de su sudor y develo solicitó su
salvacion, y queando los ynterezados en su bien estaban
olbidados de si mismos, él, vigilante para que le goza
zen, no perdonó caminos, navegaciones,