E después de lo suso dicho en la dicha ciudad de México
veinte y nueve días del mes de octubre de mil e
quinientos e sesenta e dos años para averiguación de lo suso dicho,
su señoría Reverendísima mandó de paramar e recibir juramento informa
de Francisco de alonso de ecifr-- y se lo digo por dios. notario excelentismo señor que por una
señal de la cruz en en su pecho puso su mano derecha por cargo del cual
prometio de servir. verdad. habiendo jurado que siendo presen
tado dicho escribano los siguente
pre----- tal diacono el Don alonso chico de molina dean leer
se esta carta y sumisa de esta otra ciudad y de que tiempo organizar
te digo que si uno lee desde que se a dicho dean sino organizar
causas por ante mano que podra otra vez tres años de a mas o
menos
Ante por mi todo si el lunes proximo pasas que se contra
con beinte y seis del presente mil quinientos año suso dicho bi de bem - -
al dicho dean y al bicenario y sean te de la dicha y gloria A casa
de su señoria y que estrabe en ella tubieron sentados
en el estudio de su señoria victima digo quel te testigo Bilstzaz
sigan reyes testigo a peticion del los testigo a segir con su señoria
reberendo y ma como benimos que su señoria los manu---
en su estudio donde este estestigo lolbido con su esta dicha que sude cosabe
de esta pregunta
Ante por mi todo dibio como que dicho dean con bozes muy como
giro se del recato de su señoria Reverendicima diciendo palabras feas
del recata y el cansalosas de ello que eso que sabe dearyre
demita con que acato bil del pueblo se tardasen todos los
dichos dean arzobispo delante que en su estudio de su señoria reverendisima
bide que en el dicho dean bien a su señoria reberensisima que nego
sea bien que yo enbiara a llama una virginidad tan porzin
capas como que dicho arcediano como vien cal y que creen sabia
y del dicho y bami opren der lee sabian algunos que ve como muellen que
labasen y peinasenla barba y no que en rabia que necio traer
el dicho fiscal a renpuconal al dicho arciprano como si fue
lo testiguesen y no siendo erege ni sugetibo y que en barren
E despues de lo susodicho, en la dicha ciudad de México, vein
te y nueve dias del mes de Octubre, de mill é quinientos
é sesenta é dos años, para averiguacion de lo susodicho
S. Sria. Rma. mandó tomar é recebir juramento en forma
de derecho, de Alonso de Ecija, y él lo hizo por Dios nuestro Señor é por una
señal de cruz en que puso su mano derecha, so cargo del cual
prometió de decir verdad; é habiendo jurado é siendo pregun
tado, dijo é declaró lo siguiente:
Preguntado si conoce á D. Alonso Chico de Molina, dean
de la Santa Iglesia desta dicha ciudad, y de qué tiempo á esta par
te, dijo que sí conosce desde que dicho dean vino á esta dicha
cuidad por arcediano, que podrá haber tres años, poco más
ó ménos.
Preguntado si el lunes próximo pasado que se conta
ron veinte y seis deste presente mes é año susodicho, vido venir
al dicho dean y al arcediano y chantre de la dicha Iglesia á casa
de S. Sria., y que entrados en ella estuvieron sentados
en el estudio de S. Sria. Rma.: dijo que este testigo vido entrar
por el patio de las casas de S. Sria. á los dichos dean, arcediano
y chantre, y este testigo, á peticion dellos, entró á decir á S. Sria.
Rma. cómo venian, y que S. Sria. los mandó entrar
en su estudio, donde este testigo los vido sentados; é que esto sabe
desta pregunta.
Preguntado si vió como el dicho dean con voces muy eno
jado, se desacató á S. Sria. Rma., diciendo palabras feas,
desacatadas y escandalosas: dijo que lo que sabe desta pre
gunta es que este testigo vido despues de estar asen tados los
dichos dean, arcediano, chantre en el estudio de S. Sria. Rma.,
vido que el dicho dean dijo a S. Sria. Rma., que no
era bien hecho enviar á llamar á una dignidad tan prin
cipal como el dicho arcediano con el fiscal, y que herejes habia,
y se los iban á prender les daban lugar á que comiesen y se
lavasen y peinasen la barba, y no que habia querido traer
el dicho fiscal á rempujones al dicho arcedia no, como si fue
ra un pícaro, teniendo amigos muy honrados que
lo trujesen, y no siendo hereje ni y que Ibarreta