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de Abril de este presente año, o a principios
de Mayo hallandome en la Mission de San
Josè Comondù tube noticia de una carta, que
el Padre Fray Manuel Perez escriviò al Precidente el que
se hallava en aquella õcassion fuera del Lo-
retto en la que le decia, que ya no tenia,
fuerzas para aguantàr al Governador. Notese
que este Padre lo dejè yo Interino en la Mis-
sion del Loretto, quando parè à celebràr la
funcion a la Mision de San Josè Comondò, y
en tan pocos diaz ya dize, que no tiene fuer
zas para aguantàr las cosas del Governador, y
que por lo mismo se regrese el Precidente quan-
to antes; motibo porque el Precidente me mandò
llamàr de Comondò õrdenandome me re-
gresare àl Loretto con suma aceleracion.
Ya por entonzes se havia dibulgado la vòz
de haver pribado el Governador à los Soldados la
comunicacion con los Padres a lo que nos per-
suadimos el Precidente y yo, aun antes de lle
gàr a la Mission del Loretto, pues estando
ambos en el Rancho de San Juan con ba-
rios hijos de la Mission pasò un Soldado
por orden del Governador de Correo, y saludando
le el Padre Precidente le respondio; perdone Padre que
no puedo, con estto nos confirmamos en que
era berdadera la noticia que tubimos res-

de Abril de este presente año, en a principios
de Mayo hallandome en la Mission de San
Josè Comondù tube noticia de una carta, que
el Padre Fr. Manuel Perez escriviò al Presente el que
se hallara en aquella õcassion fuera del Lo-
retto en la que le decia, que ya no tenia,
fuerzas para aguantàr al Governador [Notere]
que este Padre lo dejè yo Interino en la Mis-
sion del Loretto, quando parè à celebràr la
funcion a la Mision de San Josè [comondò], y
en tan pocos diaz ya dize, que no tiene fuer
zas para aguantàr las cosas del Governador, y
que por lo mismo se regrese el Presente quan-
to antes; motibo porque el Presente me mandò
llamàr de [Comondò] õrsenandome me re-
gresare àl Loretto con suma aceleracion.
Ya por entonzes se havia dibulgado la vòz
de haver pribado el Governador à los [Soldados] la
comunicacion con los Padres a lo que nos per-
suadimos el Presente y yo, aun antes de lle
gàr a la Mission del Loretto, pues estando
ambos en el Rancho de San Juan con ba-
rios hijos de la Mission pasò un Soldado
por orden del Governador de Correo, y saludando
le el Padre Presente le respondio; perdone Padre que
no puedo, con estto nos confirmamos en que
era berdadera la noticia que tubimos res-