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4. Es toda esta provin[ci]a de tierra áspera y, a la redonda della cercada de muy ásperas montañas, que, para salir o entrar en ella, tiene seis puertos, dificultosos de andar por ser pedregosos y muy agros de subidas y bajadas. Acá, dentro en la provin[ci]a, hay abundancia de aguas y fuentes en todas las más de las quebradas, las cuales bastarían [a] sustentar diez [veces] tanta gente de la que ahora tienen, por ser de tan buenas tierras y tan abundosas en los mantenimi[ent]os y semillas que en ellas se siembran. Siendo toda ella muy abundosa de pastos, y por ser tan buenos, hay en esta provin[ci]a algunas estancias de ganados, los cuales se crian maravillosam[en]te; aunque, de domésticos, se vuelven silvestres por ser tan áspera la tierra en algunas partes. Los frutos y mantenimientos desta provin[ci]a son muchos, porque siembran y cogen el maíz dos veces en el año, y las demás semillas cogen después que pasan las aguas.
5. Los indios que en esta provin[ci]a hay, ahora son pocos. Halláronse, por la cuenta q[ue] ahora en ellos se hizo, [que] había ochocientos y sesenta indios tributarios y, contando las personas que habrá con la gente menuda, serán dos mil y qui[nient]as personas. Ha habido, en otros tiempos, dos [veces] tanta gente q[ue] la q[ue] ahora hay; hase apocado con las pestilencias universales q[ue] en esta Nueva España ha habido. Los que al presente habitan esta pro vin[ci]a, están poblados en pueblos formados y permanentes. De sus entendimi[ent]os, he notado q[ue], en las cosas de virtud, se hacen tontos y locos y sordos, y que no entienden lo q[ue] les dicen, hasta q[ue], a voces y refiriéndoles lo que les dicen dos o tres veces, vienen a conocer lo que les dicen. Y, en tratándose de cosas dañosas y malas, están en ellas tan expertos, que ninguna nación les hace ventaja. Es gente q[ue], en dejándola a su albedrío, jamás usa de virtud ni [de] caridad; son tan buenos cr[ist]ianos que, por dos reales, harán los juramentos q[ue] les quisieren hacer decir. finalm[en]te, ella es gente que ni agradece beneficio ni perdona injuria. Son inclinados a beber y comer hasta embriagarse y, si algunos días lo dejan de hacer, es porque les falta el dinero con que comprarlo, q[ue] la voluntad siempre la tienen aguda. Es gente tan honrada, que los unos a los otros [se] dan las parientas y h[e]r[man]as, y aun las mujeres; [pero] tienen, entre ellos, por infame a la mujer q[ue] hace alguna flaqueza con hombre español.
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Hablan, generalmente, la lengua mexicana, aunque entre ellos. Hay en esta provin[ci]a, fuera desta lengua mexicana, otras dos lenguas, diferentes la una de la otra, de modo q[ue], los q[ue] saben la una, no entienden la otra; y, a esta causa, es la mexicana [la] más general entre ellos.
6. [En blanco]
7. Hay ciento y diez leguas de[sde] esta provin[ci]a a la ciudad de Méx[i]co, a cuya jurisdicción está sujeta. Es[tá] a la parte del poniente; cae en la raya de la jurisdicción del nuevo reino de Galicia [y] está [a] quince leguas de Guadalajara, adonde reside la Audiencia deste dicho reino, hacia la banda delsur.
8.9.10 [En blanco]
11. Los pueblos sujetos a esta provin[ci]a son doce, con Tenamaztlan; distan, los unos de los otros, a legua y a dos leguas, y a tres el.. q[ue] más apartado está. Están divididos en ocho cabeceras. Tenamaztlan no tiene más de sesenta indios ahora, [pero] fue en otro tiempo muy poblada y, por esto, se le dio el nombre y cabeza de esta provin[ci]a; después acá, los que eran sus sujetos perecieron con las dichas pestilencias, y vinieron a resumirse en los dichos sesenta indios. Y, los otros pueblos sujetos a esta provin[ci]a, han sido ordinariamente cabeceras de por sí, que son Teculutlan y Ayutitlan e Ixtlahuacan, con dos pueblos sujetos a él que son Suchitlan y Atotonilco; Exutla, y su sujeto q[ue] se dice San Miguel; Ayutla, y su sujeto que se dice Tepantla; Atengo, y su sujeto Zoyatlan. Este Atengo es el más poblado de todos.
12. Tiene esta dicha provin[ci]a, en torno de sí, al pueblo de Cocula, sujeto a la provin[ci]a de Ávalos, partiendo término con él; está hacia el norte, apartado cuatro leguas de Ayutitlan, [con] una montaña muy áspera en m[edi]o. Por la parte de levante, confina con otros dos pueblos de la dicha provin[ci]a de Avalos que se dicen Zayula y Amacueca; también los tiene, esta misma montaña, divididos y apartados de conversación diez leguas: ándase pocas veces este camino por ser muy áspero, y no se puede andar a caballo. Por la parte del sur, parte término con el pue[bl]o de Amula, que dista desta provin[ci]a ocho leguas. Desde el pue[bl]o de San Miguel, sujeto a esta provin[ci]a de Tenamaztlan, a éste [de] Amula, hay ocho leguas de malos caminos. En medio del crucero que hace et sur, cae el pue[bl]o de Autlan, yendo hacia el poniente; y, desde aquí hasta el poni[en]te, es la villa de la Purificación, sujeta a la jurisdicción de Guadalajara, y llega la raya a los pueblos desta provin[ci]a que son Ayutla y Tepantla y Zoyatlan.
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[A] cinco leguas de Atengo, sujeto a esta provin[ci]a, está el pue[bl]o de Ameca, con el cual confina otro pue[bl]o que se dice Izatlan, sujetos a la jurisdicción de Méx[i]co, que es Nueva España. Con estos dos, Vieja partiendo término la jurisdicción del nuevo reino de Galicia la parte del norte, y estos pueblos y esta provin[ci]a caen hacia sur; de manera que, este dicho pue[bl]o de Ameca, dista las cinco leguas dichas, por tierra muy áspera y montosa. Y, de cualquie de los otros pueblos aquí declarados, se viene a esta provin[cia dificultosam[en]te y con trabajo, por estar metida esta provin[ci]a medio destas montañas.
13. Declarando los nombres destos pueblos, y lo que quiere decir en lengua española Ayutitlan, q[ue] es uno de los sujetos a esta provin[ci]a, [se dice que], junto a él, esta un cerrillo que parece calabaza de las que en esta tierra se dan y, a esta causa, le pusieron Ayutitlan, q[ue] quiere decir "el pue[bl]o q[ue] está junto al cerro q[ue] parece calabaza. Teculutlan, que es otro sujeto a esta provin[ci]a, le pusieron este nombre porque hay algunas veces en él unas aves nocturnas que nosotros llamamos buhos, [que] son como lechuzas y tienen, al parecer, orejas como [de] gato, q[ue] son unas plumas q[ue] les crecen en los lados de la cabeza que parecen cuernos; y, propiamente, [Tecolotlan] quiere decir "la tierra de los buhos". Atengo es otro sujeto desta provin[ci]a; llámase ansí porque está a la vera de un río, y Atengo quiere decir "río", el cual baña, atravesando, toda la provin[ci]a de norte a sur: a la vera dél están siete pueblos desta provin[ci]a; y sale della bañando las tierras de Amula y, de allí, va dando vueltas por otras tierras, hasta esconderse en la Mar del Sur, que está desta provin[ci]a [a] veinticinco leguas. Zoyatlan quiere decir "tierra de muchas palmas", las cuales hay en toda esta provin[ci]a muchas y muy buenas, de que sacan palmitos buenos de comer. Tepantla tiene este nombre porque están unas cercas de piedra seca, hechas a mano [y] muy antiguas, y TEPANTLE quiere decir "pared"; y, de allí, se deriva el nombre de Tepantla. Ayutla tiene este nombre porque está al pie de otro ceno, como el que arriba declaramos, de hechura de calabaza; porque AYUTLI quiere decir, en lengua mexicana, "calabaza", y de allí se deriva el nombre de Ayutla.
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Ixtlahuacan es otro sujeto; tiene este nombre porque está poblado en un llano, que [Ixtlahuacan] quiere decir "el pue[bl]o del llano. Suchitlan tiene este nombre porque hay, en este pue[bl]o, muchas rosas de muchas maneras, y "la rosa" se llama, en lengua mexicana, XUCHITL;14 de donde se deriva el nombre Suchitlan, que quiere decir "el pue[bl]o florido" o "de las muchas rosas". Atotonilco tiene este nombre porque hay en él "una fuente de agua caliente" que hierve ordinariam[en]te, de la cual se aprovechan estos naturales de tomar baños en ella para curarse de muchas enfermedades que, continuando los baños, vienen a quedar sanos. Exutla tiene este nombre porque hay en el, o se dan, muchos frijoles, y EXUTL quiere decir "frijol"; y, ansí, le llaman "el pue[bl]o donde hay muchos frijoles". El pueblo de San Miguel es[tá] junto a Exutlan; fundóse después que los indios se hicieron cr[ist]ianos, y tomaron por su abogado [a]l ARCÁNGEL SAN MIGUEL. De modo que, juntando estos once pueblos con Tenamaztlan, que es el que primero declaramos en el principio de esta relación, tiene esta provin[ci]a doce lugares pequeños que, si no es Atengo, que tiene doscientos indios, todos los demás tienen tanta gente los unos como los otros.
14. En tiempo de su gentilidad, estaban divididos estos pue[bl]os de la propia suerte y manera que ahora están, y cada cua) pretendía de por sí sujetar al otro; de modo q[ue] los unos contra los otros traían guerras continuas, sin favorecerse [n]i ayudarse los unos a los otros, sustentando perpetuas enemistades. Los más va lientes eran señores del lugar, y a éstos obedecía toda la demás gente del pue[bl]o. No daban a sus señores ningún servicio, más de cultivar las tierras para que el bastimento no les faltase. Andando en la guerra, [a] la gente que cautivaban la vendían y hacían escla vos de servicio, hasta que, por curso de tiempo, los deudos de los esclavos, algunas veces, hacían guerra para redimirlos del cautiverios que ansí tenían; y, si quedaban vencedores, llevaban consigo [a] los cautivos, haciéndolos después libres, y, si no, morían en el cautiverio.
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Las adoraciones que tenían eran al DEMONIO, que, algunas veces, hablaba con ellos dentro de ídolos de piedra labrada, [unos], hechos [en] figuras de persona y, otros, hechos en figura del DIABLO. A estos [ídolos] llamaban ellos PUPUCA, porq[ue] "echaban humo" por los ojos y por la boca. Estos ídolos diabólicos les avisaban de las guerras que contra ellos se armaban, dos y tres días antes que los enemigos llegasen a sus pueblos, y les aconsejaban lo que habían de hacer para defenderse, o para darse de paz. Acostumbraban de tener todas las mujeres que cada uno podía sustentar y, si el vecino v[e]ía que en alguna forma no las sustentaba conforme al uso q[ue] tenían, iba a la casa del otro y le quitaba las mujeres que le podía quitar, como no hubiesen parido dél; q[ue], si tenía hijos suyos, no se las quitaban, aunq[ue] no las pudiese mantener. Y esta guerra y enemistad tenían todos dentro en sus pueblos, fuera de las guerras q[ue] tenían ordinarias con sus enemigos; que, aunque se hubiesen quitado las mujeres los unos a los otros, no por eso dejaban de ser amigos.
15. Gobernábanse por mandato del más valiente y, si éste venía a faltar, obedecían luego, en su lugar, a otro de los valientes: [a]l que más hazañas mostrase hechas. Peleaban con arco y flecha y, después q[ue] la munición se les acababa, usaban de macanas que todos traían en la cinta. El hábito y traje que traían, era solamente una o dos mantillas atadas al cuello, q[ue] les allegaban a la rodilla; ahora usan traer Camisas y zaragüeles, o calzones de algodón y de lana, y algunos traen jubones y, en lugar de capas, traen unas mantas, blancas y pintadas, hasta las piernas. Y andan, todos, con sombreros de fieltro, y de paja o palma pulidam[en]te labrados. No se acuerdan de que haya habido mortandad o pestilencia entre ellos, antes q[ue] los cr[ist]ianos viniesen; [dicen] q[ue], las que ha habido, han sido después que estas tierras fueron conquistadas. No se entiende la causa de haber habido pestilencias y mortandades. Y, la primera que hubo, hizo más estrago en las tierras calientes que en las frías; y, ésta que hubo el año de setenta y siete, hizo más daño en las frías que en las calientes, porque no murieron casi ningunas [personas]: aunq[ue] ninguno se escapó de caer en la peste, llegando todos los más muy a lo último, y, con poco regalo, convalecieron.