venido consumiendo hasta ponerlos en la cantidad
sobredicha. Entiéndese que, por estar poblados
en esta parte, húmeda y cerca de río, y haber grandes
neblinas, son causa de sus enfermedades. Dicen los
[al margen: ojo] naturales que, mucha parte de ellos, murieron
en las idas y venidas que hacían, con cargas de
las jarcias que llevaron al Puerto de la Navidad,
donde se hicieron los navíos para la China.
Y también se entiende que por
las muchas leguas que ahora
caminan; porque, en tiempo de
su gentilidad, no salían de
los términos de su pueblo,
y la mayor salida de
camino era a una legua.
Están poblados en pueblo formado, y permanentes,
y lo han estado de cincuenta años a esta parte,
con casas de adobe, que es un género de tapia de tierra
y paja, más fuerte que tapia, que se hacen en unos
moldes cuadrados, a manera de ladrillos, de vara
de medir en largo, y media de ancho, con cimientos de
[al margen: dibujo de una casa] piedra; la cubierta es de varas de encina y roble,
hechas unas tijeras, y con cañas y paja atada,
con dos corrientes, y caballete de estado y medio
de alto, y de veinte pies, y treinta, de largo, de
esta forma; con calles largas de cien pies de ancho
y, de casa a casa, por el mismo largo de la calle,
setenta pasos, que es el solar que se les midió a cada
uno. Pocos de ellos tienen cercadas sus casas con
adobe, ni tienen patio, sino solas las casas; exentas
las calles, con sus encrucijadas como las de las
ciudades de españoles.
Sus costumbres: buenas, tienen pocas, y más usan
de malas que de buenas; son gente de muy bajos
entendimientos; no se inclinan a valer ni a ser algo más de
lo que son; huyen de tener cargos preeminentes. Son
faltos de fe, y de esto resulta tener poca caridad [y ser]
mentirosos y testimonieros, que, con cualquier dádiva que
uno les dé y les diga que juren contra otro en negocio
de mucha o poca calidad, lo hacen; y, con ellos,
probará un mal cristiano lo que quisiere a cualquier
persona que quisiere. [Son] amigos de novedades,
gente mudable y de poca honra; todos en general
grandes borrachos, aguardan a vengar sus
injurias cuando están borrachos, y précianse
[al margen: ojo] mucho de contar de sus embriagueces. Beben vino de
maguey, que es un árbol de mucho aprovechamiento. Creen
en sueños y otras supersticiones, que tienen por
agüero; guárdanse poco el secreto unos a otros.
Son ingratos, desagradecidos a cualquier bien que les hagan;