page_0009

OverviewTranscribeVersionsHelp

Facsimile

Translation

Status: Needs Review
Show Transcription

En el nombre de la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Amén. Que todos los que vean este mi escrito, memoria que sirve como mi testamento, sepan que yo, de nombre Cristóbal Romano, aquí vecino de este pueblo de San Esteban Nuevo Tlaxcala, perteneciente al Barrio de Señora Santa Ana, aunque mi cuerpo está enfermo, mis cinco sentidos están bien por la gracia de Nuestro Señor Dios. Y ahora declaro toda la santa fe de Nuestro Señor Dios y de Nuestra Madre la Santa Iglesia Católica Romana, asimismo todo lo creo y en esta fe quiero morir, pues en sus preciosas manos encomiendo mi alma a Nuestro Señor Dios, ya que verdaderamente es su criatura y con su muerte la redimió en la Santa Cruz. Y mi cuerpo lo entrego a la tierra, pues de ella fue hecho. Y así también digo que cuando Dios quiera que yo muera, pido que mi cuerpo sea enterrado en la iglesia de Nuestro Señor Dios San Francisco. Y digo que mi sepultura se hará frente a San Antonio, y mi mortaja será una manta blanca, y mi entierro se hará con cruz baja y una misa rezada, y los derechos de mi sacerdote allí los verán mis albaceas para que se paguen. Y digo que las limosnas de mandas forzosas se darán a la Casa Santa de Jerusalén, y a la Redención de Cautivos Reales, y a la cofradía del Santísimo Sacramento, y a Nuestra Preciosa y Honrada Madre del Rosario, a las Ánimas y a San Francisco se dará un real a cada uno. Y digo que Dios me dio a mi esposa, con quien nos casamos por la Iglesia, llamada María Eugenia, y Dios nos dio tres hijos, dos ya se los llevó Dios, y a otra Dios le da fortaleza, llamada Catarina de Sena. Y digo que para ayuda de mi alma, dejo que se venda un pedazo de tierra que está en los ranchos, hacia Don Pedro Fabián, que va hacia arriba, cuyo largo es desde la orilla del río principal hasta la tierra de Don Nicolás Esteban, que era yerma, y en esta tierra hice tres pesos de adobe. Y allí tengo diez morillos nuevos que tienen cinco varas cada uno, que dejo que se vendan para ayuda de mi alma. También con Don Liviano, también una silla con todos sus hierros [perdido] tributos llanitos.

Notes and Questions

Nobody has written a note for this page yet

Please sign in to write a note for this page