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instituido, pierda la hora, y si se saliere sin licencia del presidente, como
está proveído por la erección, pierda la hora y para ganar la hora ha
de estar de tres salmos a los dos, y a la oración, y de cinco salmos a los tres,
y a la oración, y si a esto no estuviere, pierda la hora; sobre lo que encargamos
la conciencia del presidente, y del que pide la licencia, que ni la den,
ni la pidan para negocios que cómodamente se puedan despachar
acabada la hora. Todo lo cual contenido en estos dichos tres capítulos, Sacro Aprobante Concilio
ordenamos, y mandamos, que se observe, y guarde, y cumpla, como en ella se contiene.

Capítulo diez y ocho que los curas tengan
biblias, y algunas sumas de casos de conciencia.
Muy necesario es a los que tienen cargo de ánimas tener esciencia
para que sepan regirlas, y encaminarlas a lo que cumple a
su salvación, y porque hay en muchos de los dichos curas mucha ne
gligencia en tener libros, que les puedan alumbrar, para entender
lo que cumple a la salvación de sus súbditos, y saber ligar, y desatar,
Sacro Aprobante Concilio ordenamos, y mandamos, que todos los curas tengan biblia, y al
gunas sumas de casos de conciencia en latín, o en romance, así
como la Suma de Navarro, o Defecerunt de San Antonino, o Silvestrina,
Angélico, y algún libro sacramental, en los cuales se ocupen y lean.

Capítulo diez y nueve que los curas tengan
cuidado de aprender las lenguas de sus partidos.
Muy necesario es para la conversión de los naturales saber
sus lenguas, pues sin entenderlos no pueden ser bien doctrinados,
ni administrados en los santos sacramentos, Sacro Aprobante Concilio ordenamos,
y mandamos, que todos los curas pongan gran diligencia en de
prender las lenguas de sus distritos, so pena que siendo negli
gentes en esto, serán removidos del partido en que estuvieren,
y no serán proveídos en otro.

Capítulo veinte que se hospeden
caritativamente clérigos, y religiosos.
Porque del amor fraternal, y caridad entre los ministros
resulta gran edificación, y buen ejemplo, ansí entre los seglares,
como en los eclesiásticos, Sacro Aprobante Concilio ordenamos, y mandamos, que todos
los curas, y vicarios de nuestro Arzobispado, y Provincia reciban
benigna y caritativamente a los religiosos y clerigos,