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EL PROFESORADO EN MÉXICO

A grandes rasgos nos proponemos bosquejar el tipo de
esa importante cuanto desatendida colectividad, que tan
directa y eficazmente influye en el carácter moral que la
nueva generación llegará á tener en el porvenir.

Es una verdad sin réplica, que la mujer, para redimir-
se del ímprobo trabajo de la aguja, busca en el profesora-
do, desde hace algunos años, un recurso más eficaz contra
la miseria.

Pintémosla desde que para realizar sus nobles inspira-
ciones ocurre á los colegios en busca de los conocimientos
que la pondrán algún día en aptitud de conquistarse un
título. Nos referimos por supuesto, á las que dirigidas por
su familia ó inspiradas por el noble deseo de ser útiles á
los suyos, siguen la espinosa senda del estudio, imponién-
dose mil privaciones que sufren con una abnegación que
llega al heroísmo. No hablamos con las señoritas que por
la vanidad de sustentar un lucido examen con su respectiva
mención honorífica, y ver al día siguiente un párrafo de
gacetilla en donde se encomien sus talentos, virtudes y
belleza, emprenden la tarea para guardar después todos
los libros y no volver á acordarse nunca de ellos.

Queremos pintar á la pobre y modesta joven, que obli-
gada por la necesidad, sacrifica sus mejores años dedicán-
dose al estudio; y que á fuerza de privaciones, aplicación
y constancia, logra vencer todos los obstáculos, dominar
todas las dificultades, y arrollar todas las envidias que se
ponen á su paso.

¡El éxito corona sus esfuerzos! Ya ha conquistado el de-
recho de ejercer su noble magisterio; pero ahora tiene que
emprender una segunda eruzada de la que tal vez no sal-
ga tan airosa como en la primera. Va á luchar por obte-
ner una colocación. Pero los nuevos obstáculos son quizá
más terribles que los anteriores, porque el favoritismo, la
apatía, la indolencia, y á veces la envidia y la mala fe, se-
rán los poderosos enemigos que tiene que combatir. Mu-
chas veces deja en lucha tan desigual su fe y su esperan-
za; y desalentada y abatida, con la desesperación y la tris-
teza en el alma, vuelve á su miserable hogar para ayudar
á su familia en el duro y penoso trabajo de la munición,
hasta que acaba por enfermar.

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