Fragmento de una historia de la Orden de San Agustín en México. Contiene final del capítulo 23 y el capítulo 24 y principio del capítulo 25. (Tratan de Fr. Domingo de Salazar, 1er. Obispo de Filipinas). Ms

grimas, y con grandicima edificacion de los presentes, á los [tachado] quales hizo una brebe plática, con tanto espiritu y vivesa de rrazones como si estubiera con muy entera saluda. Despues pidio el sacramento de la extrama uncion, y rrezo los salmos penitenciales con profunda humildad, pidien do á Dios misericordia. Acavado este acto, se despidió de su cavildo con muy amorosas y tiernas palabras, y dioles su Bendicion. Lloravan unos, temian otros, y todos no podian hablarle, reventando de dolor y sentimiento de lo q[u]e perdian por junto, p. e [Pautor?], y amparo. Tomó el B.to enfermo un crucifixo en las manos, y diciendole mil dolzuras dio su alma a su Señor con mucha paz y [gosicgo?] en saba. do, veinte y uno de octubre, dia de las onze mil virgenes, 1594 de quienes era muy devoto, año de mil y quinientos y noven ta y quatro. Su cuerpo fué sepultado en la yglesia Cathedral de la ciudad de Valladolid en mechoacna, junto al altar mayor, al lado del evangelio, con la solemnidad y pompa que tan santo obispo merecía.- Capitulo veinte y quatro del siervo de Dios D[o]n Fray Domingo de Salaçar, Primer obispo de Las Yslas Philipinas Bien puede gloriarse la Provincia de Mexico por el derecho y rrazon q[u]e tiene a contar entre sus hijos al gran sierfo de Dios Fray Domingo de Salaçar, que aunque es verdad que no rrecivió el Abito, ni profezó en nuestra provincia, es cierto q[u]e en ella creció y fructificó tan admirablemente que fue uno de los que en toda la orden de predicadores exactamente cumplió con las Obligaciones

de Religioso de ntra orden, verificándose en él todas las propiedades y rrequisitos que se requieren para constitu ir a un Religioso en el sr verdadero de hijo de nuestro Padre Santo Domingo. Este B.to p[adr]e. cumplió con los intentos q[u]e nuestro santisimo p[adr]e tubo en fundar ord[e]n de predicadores, que en breve, fué querer que sus hijos fuesen Santos, doctos y Apóstoles para vien y utilidad de las al mas, celadores de la Ley evangelica, defensores de la santa yglecia, abrazados en caridad y que con la actividad de su insendio predicasen a los ynfieles, redujeren los hereges, combirtiesen pecadores, y fortificasen a los catholicos.- Todo se halló en F. Domingo de Salaçar letras, virtud, predicacion, [de lo?] Apostólico del vien del projimo, y que incansablemente procuró la combercion de muchas gentes y a costa de su sudor y develo solicitó su salvacion, y queando los ynterezados en su bien estaban olbidados de si mismos, él, vigilante para que le goza zen, no perdonó caminos, navegaciones, trabajos por comunicarles el berdadero vien q[u]e ni conocian ni desea avan= Nació F. Domingo en un pequeño pueblo lla= mado Seraton, lugar de la rioja, hijo de nobles padres. Recivió el Abito de la orden en aquella gran escuela, madre de toda [tachado] virtud y Erudicion, en el ynsigne combento, de Salamanca, donde conforme al estilo de aquella cassa, aprendió no solamente letras, sino

muy fundada Religion, y en ambas cosas salió admirablemente Aprovado. Fué contemporaneo en los estudios de los q fueron claros luzeros de aquella Universidad tan ylustre y celebre en el mundo, de los maestros Fray Domingo Bañes y Fray Bartolomé de Medina, con los quales competia Fray Domingo de Salaçar en sus primeros estudios de theologia, y no les fuera ynferior en los progresos si continuara en aquella escuela, pero tenialo nuestro señor para cosas mayores y él aunque tan grande estudiante trabajava mucho mas en ser santo, y asi oyendo la Relgion y asperesa con que se vivia en la Provincia de Mexico, que verdaderamente fué muy parecida al primitivo tiempo de nuestro gran Padre Santo Do= mingo, llevado del deseo de mas perfección y del zelo de combertir almas, dió de mano [tachado] quanto le prome_ tia su inperio y havilidad. Dejando su tierra y combento, vino a nueba España y llegó al combento de Mexicoaun no haviendo acabado sus estudios serca del año 1545 [tachado] de mil y quinientos y quarenta y sinco. Sus deceos eran de emplear su talento y gran[tachado] Abilidad en la conbercion y administracion de los yndios: la obediencia hizo que acabase sus estudios, y salió tan consumado, que le obligó a leer y enseñar a otros. [Letjo?] Las artes en el combento de mexico y despues la catedra de teologia, y ultimamente por los años de lectura y por su mucha

sujiriencia, Resivió el grado de presentado y maestro. No le distraijian, ni entonavan estas honrras, antes se humillava mas con ellas y asentavan en él como én sugeto propio. Fué gran predicador, y acompañava la int epetracion lijitima de la [tachado] escritura con mucho espi ritu y devoción, y todo el pueblo hacia grandisima es tima de sus sermones y mucha mayor de sus virtu des. En sus acciones fue tan modesto y compuesto que el Virrey de la nueva españa D[on] Martin Enrriquez, discreticimo y prudentisimo principe, solia decir que para grangear los Frayles de Santo Domingo mucha opi= nion en el Pueblo no hera nessesaria mas Diligencia que embiar al Press.do Fray Domingo de Salaçar por las Plasas y Calles de la Ciudad de Mexico, por que su Reli giosa modestia era suficiente motivo para acreditarlos [tachado] y componer igual[tachado] quiera que le miraras; testimonio evidente era ese para calificacion de este B.to Padre, pero mayor le ay en su avono y de superior snatidad, pues en mas de treinta y sinco años q[u]e estuvo en esta provincia se tubo por cierto que jamas quebrantó n[ues]tras sagradas constituciones en cosa alguna, ques todo quanto se puede decir, y con esto solo que se dijese de se podía poner fin_ y concluia [tachado] lo que de su vida se podia decir. Quando la obediencia le dió lugar, soltó la rienda a su antiguo deceo, q[u]e de muchos años represado y detenido salió tan caudaloso que quisiera fecundar toda la tierra. Por el año de sinquenta y ocho fué este B.to padre con otros a la combercion de los yndios de la Florida: en esta mición mostró Fray Domingo de Salacar su Valor y Pecho Apostólico en compañia del santo Fray Domingo de la anunciacion a quien estava tan sugeto que parece comenzava su noviciato y por que havia de andar por despoblados de aquella tierra, apersevirse de Licen =cia para bever agua quando cansado encontrase con

con algun arrollo[tachado] o rrio, y de agua pedia al padre Fray Do mingo que [tachado] echase su bendicion a todas aquellas Aguas, por no faltar en cosa de nuestra constitucion. El que quici= ere tener noticia de los trabajos que pasó este siervo de Dios en esta Jornada, loea lo que escribe de ella el Yttmo S[eñ]or D[o]n Fray Agustin de Abila en su istoria, y lo que en esta se dice, en la vida ya referida del santo Fray Domingo de la anunciacion que por no dilatar grandemente este [erexito?] se remite al Lector lo rreferdio, baste por mayor decir que este Bto Padre padeció intolerables trabajos de espiritu y cuerpo ambas guerras, desavimientos de soldados,= enemistades de los cavalleros, destemplansas de tierras, tormentas de mar que le ejercitaron el sufrim[ien]to y paciencia. Todo lo sufrió como si fuera un Angel del cielo; lo que desconsolava y afligia su espiritu era q[u]e se quedasen los yndios de la Florida en la ceguera antig[u]a de su ydolagrais in poderlo remediar. Quedándose de muy buena gana entre ellos para Bapticisarlos y doctri narlos y diera su vida por muy bien empleada quando la perdiera con grandisimos tormentos por ganar si quiera na alma, mas era caso ymposible quedarse, por q[u]e los espa= ñoles desampararon aquella tierra y no havia esperan za de que fuesen Religiosos a ella; y así aunque no cogió [???] de aquellas almas, fue [tachado] grande el merito que tubo la suya, y [tachado] el tiempo de su vida le duró el dolor