Copia del informe que dio el Visitador al Virrey sobre la provisión del papel necesario a la labor de Puros, 1771 November 22

los Almacenes para tres o cuatro años, expresando que a este fin se necesita tiempo: de que se infiere claramente no han pensado en proponer que venga en pronto ni de una vez todo el repuesto que dicen pues nunca será asequible que se hiciera en un año semejante remesa.

A vista de estos dictámenes diferentes se reduce el mío consultando al mayor valor y utilidad de la Renta, que anualmente vengan de España de cinco a seis mil valones para que en dos o tres años se verifique el consumo verdadero, y se vaya haciendo repuesto con los sobrantes a fin de precaver los graves perjuicios que se experimenten con el excesivo precio a que sube el papel en este reino por cualquiera recelo o contingencia que lo haga excaser en el comercio. Y porque comprenda desde luego la suma importancia de que venga más papel de que la renta necesita en el actual corriente de su fábrica debo advertir en este lugar que, además del repuesto que conviene allá en los almacenes, es indispensable y tener siempre invertida otra gran cantidad de papel en los cigarros labrados para el continuo surtimiento de los muchos estancos que hay en el reino.

Hecho el repuesto necesario de papel y cigarros labrados en los tres o cuatro años primeros mediante la remesa que propongo de

cinco a seis mil valones en cada uno, se podrán continuar después con proporción al gasto que en dicho tiempo [ilegible] la fábrica y en esta conformidad aseguro a con el individual conocimiento que tengo de esta renta desde su principio que lograrán sus valores el justo aumento que ya tendrían sino se hubiesen retardado anteriormente, por contrariedad de opiniones, los progresos de la labor del tabaco en cigarros y puros, pues del fomento de su fábrica, y de los repuestos de papel y del género estancado dependen internamente y los mayores valores del Ramo.

Manifestado ya mi dictamen sobre el punto de que se trata concluirá este informe para no ser para no hacerlo molesto a V. E. pero no debo desentenderme de algunas expresiones que con estudio ha esparcido Trago en su representación con la idea antigua de perjudicar a la renta por el medio de impedir los aumentos de su fábrica. Dice pues, que se verifica desabrimiento en hacer general y absoluto el expendio del tabaco labrado en Veracruz, Oaxaca, y Puebla y en todos los pueblos que no son cabeceras de partido; y para acreditar de supuestas su proposición y de fingido el desabrimiento bastará ver las relaciones de Puebla y Oaxaca que mensualmente se remiten a V. E. y a la dirección pues en ellas constan [ilegible] porciones vendidas todos los meses de tabaco en rama según demues-

-tran los tres adjuntos estados de Puebla que son los únicos que tengo y los regulo suficientes para evidenciar la ligereza o malicia con que dicho Trago expone a V. E. un hecho enteramente contrario a la verdad; pues lo cierto es que en todos los pueblos, a excepción de Veracruz, se da el tabaco en rama a los que lo piden para su consumo; y si en aquel puerto sólo se vende labrado es porque nunca hubo en él cigarrrerías ,y que la junta acordose expediese el género en cigarros y puros para estorbar los muchos contrabandos que se hacían con motivo de la frecuente entrada de embarcaciones de Campeche, la Habana, y Caracas que siempre traen tabaco en hoja y lo expendían a la sombra del que se daba en la tercena de la Renta.

Con igual equiva equivocación exagera el Director Trago el número de consumidores que gastan el tabaco en pipas marcado y para medicinas, pues aseguro a V. E. que, habiendo yo andado hasta las provincias más remotas del reino, no me atreveré a regular que llegue a 200 personas las que en todo el usan el tabaco en pipa y mascado, y además de que para estos pocos consumidores y algún raro medicamento a que sirve el tabaco bastaría los puros que se hacen de sola una hoja es innegable que en todas partes tienen las administraciones

y estanquillos el tabaco en rama con arreglo a la orden de Su Majestad que citan ambos directores, y cuya verdadera inteligencia es la de que se dé el género labrado o en hoja a los que lo pidan así en corta cantidad y proporcionada solo a su consumo, y no para que la labren y expendan, pues aún en la primitiva instrucción y reales cédulas del año de 1764 se previno expresamente, que hasta los cigarreros tomasen el tabaco en rama de las tercenas y estanquillos, y lo volviesen a ellos en cigarros pagandoseles su trabajo.

Ello es constante que hasta las señoras más delicadas de esa ciudad y las otras de las provincias, toman el tabaco labrado de cigarrerías cuando no lo hay en las tercenas de la renta y que todo el público prefiere generalmente los cigarros y puros de la Real fábrica porque sabe que en ella no puede verificarse los fraudes que hacen los cigarreros mezclando hierbas, salvando grueso, y a un pimiento tostado para dar fuerzas y aumentó al tabaco que labran, y de estos antecedentes se infiere cuantos importa a los intereses de Su Majestad y al beneficio público al mayor fomento de la fábrica por cuenta de la renta y que este fin haya siempre en los almacenes de ella el competente repuesto de papel y tabaco en un plan que yo formé por abril de 1766 y que remitido a la corte mereció ventajoso con-

-cepto a los señores ministros, expuse que anualmente se necesitarían de setenta a ochenta resmas de papel para establecer la fábrica de cigarros de cuenta de la renta, y como aquel computo lo hice en los principios del establecimiento por las noticias del comercio y las remesas del género en flotas y registros, no pudo ser [ilegible] según acredita ya la experiencia regulando la cuenta para de todo lo que necesita la fábrica, pues estando reducida o en la labor de cigarros a una mitad o menos de lo que es preciso a la general provisión de los estancos gastan las 7000 resmas de papel al año con que por [ilegible] reglas convendrá que sean a dobles las resmas y que lleguen a 5 o 6 mil valones como dejo propuesto.

Ultimamente conceptuo ser oportuna prevención para concluir este informe de los directores Espinosa y Trago se empeñen con el ardor que manifiestan sus consultas en detener los progresos de la fábrica, recordando a este intento dos acuerdos de la junta cuando por real orden de 24 de octubre de 1767 los desaprobó Su Majestad, y mandó que aquel tribunal entendiese sólo en los negocios contenciosos sin mezclarse en los puntos gubernativos y económicos de la Renta qué quedaron al arbitrario y libre disposición del señor Marqués