Pages That Mention MONTEZUMA
Guautla, Xaltepetongo, Tutupetongo, & Tanatepec (Oaxaca), 1580
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[al margen: reconocían a Montezuma]
15. Gobernábanse estos naturales por orden de un señor que estaba en el pueblo de Cuextlahuaca, a tres leguas de este, a quien acudían con los tributos para Montezuma, señor de México, el cual les daba orden de lo que habían de hacer. Traían los de este pueblo guerra con los señores de Tlaxiaco. En esta provincia mixteca las armas con que peleaban eran unos montantes de madera guarnecidos con navajas. El hábito que entonces vestían eran unos jubones gruesos de hilo de algodón, con que resistían a los enemigos y ellos andaban vestidos. Y el hábito y vestuario que al presente traen son el propio traje, excepto que es más largo, y los más traen camisas y mantas de algodón. Los bastimentos de que se sustentaban eran tortillas de maíz tostadas, y el maíz molido hecho a manera de harina; y comían carne humana y algunas cazas. Y [dicen] que al presente, en general, todos comen de las comidas que los españoles comen y que, en tiempo de su infidelidad, vivían muchos años y que, al presente, viven poco; pero que no saben la causa de ello.
17. Han tenido por enfermedad, muchas veces, cámaras de sangre y calenturas: cúranse con yerbas que ellos tienen, y médicos que las conocen, de que muchas veces les es remedio para la salud.
18. Está este pueblo de Guautla entre cuatro sierras, al pie de ellas, que están al norte y al sur, y al este y oeste. La una se llama Teponastepec, que es del pueblo de Xocoticpaque, y la otra se llama Tequecisnacaztlatepec, que es del pueblo de Cuextlahuaca, y la otra sierra se dice Tiltepec, que es el pueblo de Ixcatlan, y la otra sierra se llama Queahuiztepec, que es del pueblo de Apuala.
23. Danse en este pueblo muchos árboles frutales de Castilla, como son peras, membrillos, granados, albaricoques, morales para criar seda, y otros árboles de la tierra; de que, queriendo los naturales cultivar la tierra, se darán espléndidamente.
Ixcatlán, Quiotepeque, & Tecomavaca (Oaxaca), 1579
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Para en cumplimiento de lo que vuestra Excelencia me mandó hiciese, según la Instrucción que de molde me fue dada, en este corregimiento de Ixcatlan, Quiotepec y Tecomahuaca y su jurisdicción, a 13 días del mes de octubre de 1579 años, ante el escribanó de mi Juzgado, JUAN DE CHÁVEZ, y del padre FRAY PEDRO CORONEL, fraile agustino, y de NICOLÁS DE RENDANO y de JUAN ORTIZ, vecinos de la ciudad de México y estantes al presente en este pueblo de Ixcatlan, teniendo para esto un naguatato fiel y buena lengua llamado SIMÓN VÁZQUEZ, delante del gobernador y alcaldes de este dicho pueblo, me fueron presentados dos indios ancianos, el uno de edad de 100 años, poco más o menos, llamado ALONSO, y el otro de más de 80 años, 1 llamado UAN ACATL, y otros muchos, encargándoles dijesen y declarasen las cosas en aqueste memorial contenidas; y prometieron de decir verdad en todo lo que les fuere preguntado conforme al memorial por vuestra Excelencia enviado, y leyendo cada capítulo.
1. A lo primero: llámase este pueblo Ixcatlan, que quiere decir “lugar de algodón”.2 Y llámase ansí porque, de muchos tiempos atrás, viendo un famoso capitán que había falta de algodón, quiso dar orden en cómo se sembrase y, para regar las huertas de algodón, hizo abrir un cerro y minarlo de una parte a otra, como ahora parece, por donde quiso embocar un río. Y, como no pasase el agua bien, salió muy alta esta mina, que tiene de largo (atravesando toda la sierra) 40 brazas de largo y veinte de ancho. Y llámase esta quebrada Oloztoc, que quiere decir “cueva redonda”,3 y está de este pueblo a tres leguas. Dentro de la cual están, en la bóveda de ella, pintados muchos despojos: macanas, dardos, flechas, arcos, y capacetes como los usaban, a manera de cabezas de patos, y huesos y calavernas. Y dicen algunos que, yendo allí a hacer sus areitos, ofrecían allí algodón, y de allí quedó este nombre, “lugar de algodón”, como quiera que este pueblo sea falto dél. Llámase, también, Temazcalapa, por esta quebrada que es a manera de temazcal o baño, y aun el día de hoy le llaman algunos ansí.
2. Fueron en su gentilidad libres por sí, que no reconocían a nadie, y que el único que los sujetó fue sólo MONTEZUMA; y viniendo el MARQUÉS DEL VALLE, envió a RODRIGO DE SEGURA, y le sujetó y conquistó; y muriendo éste, quedó el pueblo a su mujer, la cual casó con GREGORIO DE TAPIA y, 4 por muerte de los dichos sin dejar heredero, se puso en cabeza de su Majestad.
3. El temple de este pueblo de Ixcatlan es frío y húmedo por estar en serranía, y muy falto de agua, que, si no son arroyos que en el tiempo de las aguas hay en algunas partes, no tienen otro de que proVeerse para la seca. Y, para esto, tienen muchos magueyes, que de ellos sacan aquella aguamiel, y ésa beben el tiempo que del cielo les falta; aunque, a media legua de este pueblo, hay una fuente que todo el año corre. Y, de ordinario, en todo el año bate el norte aquí, aunque no demasiadamente, que no se pueda tolerar. Es pueblo y tierra muy seca y húmedo.
4. Es tierra as'pera por ser, como es, todo serranía.
5. En tiempo de su gentilidad fueron ocho mil indios, y más, y la causa de haberse acabado y consumido, según ellos dicen, es por sacarlos su encomendero de doscientos en doscientos cada mes y hacer esclavos, enviándolos a las minas, donde quedaban la mitad muertos, y los demás se huían por no sacar el oro. Y los que ahora pueden haber quedado son trescientos y tantos, poblados los ciento y cuarenta en la cabecera, y los demás repartidos en tres
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estancias o pueblos, llamados, el uno, Nocpala, que quiere decir “hoja de tuna”.5 y el otro Tecopango, y el otro Coyula, que quiere decir “lugar de cascabeles”: 6 todos están bien ordenados y con buen asiento de pueblos, fijos y trazadas sus calles y casas a su modo, y, al parecer, que permanecerán.
6. Es 1a lengua de estos, en toda la provincia, chochona, y hablan muy pocos la general mexicana.
7. Este pueblo es del distrito y gobernación de México, y está de la ciudad de México a cincuenta y ocho leguas.
8. Está este pueblo, de la ciudad de Oaxaca, a veinte y dos leguas, poco más o menos, y de la ciudad de los Ángeles, a 36 leguas; y a la una y a la otra tiene por ambos lados: la una, al oriente, y, la otra, al poniente. Y las leguas no son muy largas ni de mal camino, viniendo o yendo por el camino real, que es lo más llano y derecho.
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11. Dista este pueblo de Ixcatlan, de la Alcaldía Mayor de Yanhuitlan, 7 leguas haciael sur y, al norte, trece leguas del de Cuzcatlan; y a la parte del norte, del corregimiento de Teutitlan, seis leguas, y de el sur, el corregimiento de Cuz'catlan, ocho leguas.
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14. En tiempo de su gentilidad, fueron de un gran señor llamado QUAUTZINTECUTLI, hijo de [Tzintecutli|TZINTEcUTLI], y de estos descendieron a señorear hasta los bisnietos y tataranietos. Y un hijo de QUAUTZINTECUTLI fue vencido de MONTEZUMA y, desposesionándole del señorío, les puso gobernador, aunque siempre mandaba al primer señor alimentar de la mitad de los tributos. Y, viniendo el MARQUÉS DEL VALLE, envió a RODRIGO DE SEGURA, como queda dicho, que los conquistó. Y gobernaba a la sazón, y llevaba la mitad de los tributos, el abuelo del que es ahora gobernador, Don Juan de Santiago. Y lo que tributaban era oro en unos tejuelos de tamaño de una hostia y, de grueso, poco menos de dos dedos. Y dábanle, cada año, cuarenta de aquéllos, fuera de otras cosas que pedían, como era gallinas, petates, cosas de caza, y otras a este tono.
Adoraban éstos, en su gentilidad, dos ídolos: el uno era dios de los varones y, el otro, dios de las mujeres. El de los varones era llamado ACATL, que quiere decir “caña”, y el de las mujeres era OCELOTL, que quiere decir “tigre”. Y para estos dos dioses tenían su templo en un monte, sobre el cual estaba un CU muy grande, de treinta varas en cuadra, y encima del CU o cepa, fundado el templo de piedra y argamasa, cubierta la techumbre de muy grandes maderos de cedro. Y era el templo, bajo, como de dos estados y, en cuadra, como de veinte brazas: encalado, y toldado de mantas pintadas y labradas con plumas de patos, que llaman TOMITL, y de pelos de liebres y de conejos, que decían TUCHOMITL.7 Eran los ídolos ambos de piedra verde, muy estimada entre ellos, y de dos cuartas, poco menos, de alto; y tenían pinjantes de oro vaciado y brazaletes de lo propio, y orejeras y bezotes, y estaban metidos en unos cestos aforrados en mantas que nunca
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esto y esto”. Y esto mismo hacía el que se quería casar: iba al sacerdote y decíale su intento, y éste subíalo, un día de mercado o de fiesta, en un CU muy alto y decía a gritos: “Éste se quiere casar”. Y sacaba una navaja, y raíale la barba y cortábale los cabellos. Y, bajando de allí, iba a escoger a la que estaba por casar, aunque fuese ilustre y principal o MACEGUAL, si no la escondían o la traSponían; y la primera con quien topaba era la legítima, y hasta cuatro o cinco eran como concubinas, que se las permitían.
Había castigo para los ladrones, y recompensaban al agraviado con los bienes del justiciado. Y había castigo para todos los vicios, y no para los sodomitas. Y, el que se hallaba cargado de pecados, llevaba al templo ofrenda, y tantas cuantas veces iba y ofrecía, tantos pecados se le perdonaban. Y, hasta cumplir el número, no entraba dentro, sino desde afuera, y, el postrer día, entraba por mano del pontífice principal y éste le reconciliaba.
El traje del pontífice era diferente del de los otros sacerdotes, y el de los sacerdotes diferente del de los principales, y el de los seculares principales distinto del de los MACEGUALES. El sumo sacerdote tenía puesto de ordinario un albornoz negro encima, con muchas borlas coloradas y una corocilla pequeña; los demás sacerdotes iban de estocados, y los albornoces eran de papel de muchos colores y, los días principales, de mantas pintadas de colores, y de plumas y pelos de liebre. Los señores andaban con mantas pintadas y MAXTLES, o tira-bragueros, de pluma, y sus Orejeras o bezotes; los MACEGUALES, al tono, fuera de que no se les permitía cosa de pluma, ni pelos ni cosa de oro.
Rescatábase el oro en las ferias o mercados, y allí se vendían mantas, gallinas, perros, esclavos, oro, hachas y otras cosas. Y era el rescatar oro, por mantas, por codornices, esclavos y hachuelas; por oro, petates. Y era de cinco en cinco días el mercado.
El señor iba por li’nea recta. Y, cuando moría, llamaban a todos los vasallos y enterrábanlo en, su casa propia, vestido de r0pas dobles, con sus brazaletes y orejeras, y bezotes y CACLES o COTARAS, y con él enterraban vivo un criado suyo, el más querido, en unas bóvedas, poniendo primero el vivo, y encima dél al difunto, y luego muchas mantas, jícaras, frutas, gallinas, patos, venados y otras cosas ricas, como piedras, oro, plumas de papagayos e incienso. Y ésta era el modo de enterrarse, cada uno en su casa. Y los sacerdotes, en el templo, con sus vestiduras. Y hacían a los diez días las obsequias de los MACEGUALES y, de los principales, a ciento y setenta días. 11 El modo de testar era decir, al tiempo que morían, como dejaban tales y tales cosas, y perros y gallinas, para los del templo.
15. Las guerras que tenían eran con los de MONTEZUMA, que los venían a sujetar. Y, después de hechos vasallos del MONTEZUMA, no tuvieron guerras. Su traje era como está dicho arriba, en el capítulo 14. Los mantenimientos son los ordinarios, y ésos han usado siempre: maíz, frijoles, raíces y cazas de venados (que los hay a la redonda, a una y dos leguas), y gallinas y yerbas de su mantenimiento.
Mistepeque (Oaxaca), 1580
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asimismo, cuando querían tratar algún casamiento de algún cacique, los padres de los desposados iban a tratarlo con los sacerdotes, y les llevaban sus presentes de mantas, joyas y plumas, y los dichos sacerdotes invocaban al demonio o a sus dioses. Y, luego, para aquel afecto. Y dicen que, si acaso algún sacerdote tenía exceso con alguna mujer, que lo mandaban apedrear; y dicen que algunos de estos sacerdotes les ponían por tiempo señalado, por ocho o diez años, y, pasado este tiempo, le daban mujer, y libertad que pudiese beber vino.
Y estos sacerdotes, cuando habían de hacer alguna fiesta, ayunaban (algunos, cinco o seis días, y hasta siete) y no se sustentaban con otra cosa sino con chupar unos cañutos de humo, que ellos llaman en su lengua SANE,‘ y dicen que, si alguno de estos sacerdotes quebrantaba el ayuno, luego lo mandaban matar. Y estos sacerdotes eran, algunos de ellos, hijos de caciques e hijos de principales.
Y, cuando quería celebrar alguna fiesta el cacique, los sacerdotes mandaban juntar mucha gente, y traían muchos presentes de mantas, gallinas, venados, codornices, vino de su tierra de ellos que llaman PULQUE, y, hecha la junta a la medianoche, el cacique y los sacerdotes y los demás, ellos mismos se sacaban sangre de las lenguas y de las orejas con navajas, y sacrificaban la dicha sangre a su dios. Y despues’, otro día por la mañana, se daban entre todos ellos sus presentes de las dichas mantas, y rosas y PUQUIETES, que son unos cañutos de humo, y beben el dicho vino y se emborrachan. Esto dura como dos días y, a cabo de este tiempo, se va cada uno a sus casas.
Y cuando el cacique se había de casar, llevaban muchos presentes de mantas, gallinas, venados, conejos, y daban este presente al padre de la moza, y traían la cacica a donde estaba el cacique. Y, luego, los sacerdotes hacían junta de mucha gente, y se sacaban sangre los sacerdotes de las lenguas y orejas y la sacrificaban a sus dioses, y se daban presentes. Y, así, quedaba el casamiento hecho.
Y los hijos de estos tales eran tenidos por legítimos y heredaban el cacicazgo; y, si no tenían hijo, heredaban las hijas. Y asimismo se casaban cacique con cacica, y principal con principala, y así se acomodaban unos caciques con otros, y principales con principales. Y estos dichos caciques tenían otras muchas mujeres de su servicio en su casa. Y dicen que, si los tales caciques no venían a tener hijos legítimos, y aunque tuviesen hijos bastardos, éstos no heredaban el cacicazgo, sino los parientes del cacique más cercanos; y que, asimismo, cuando querían tratar algún casamiento de algún cacique, los padres de los desposados iban a tratarlo con los sacerdotes, y les llevaban sus presentes de mantas, joyas y plumas, y los dichos sacerdotes invocaban al demonio o a sus dioses. Y, luego, salían los sacerdotes del templo y daba cada uno su parecer de lo que sus dioses le dijo: si se había de hacer el casamiento, o no, o si habían de tener hijos, o no, porque el cacicazgo no quedase
sin sucesor.
15 E1 gobierno que tenían era obedecer lo que sus caciques les mandaban, los cuales siempre tenían en sus casas cercanos parientes, que vivían en otras partes diferentes de donde el cacique estaba, y estos tales eran los que iban con los mensajes del cacique a los naturales, indicándoles lo que habían de hacer.
Castigaban con gran rigor el adulterio y los hurtos, que no que daban con las Vidas; y los bienes de estos tales los aplicaban al cacique. Y los que debían deudas y no tenían de qué pagar, los vendían por esclavos, y, si la deuda era en cantidad, los mandaban matar y se los comían.
Cuando el cacique de Tlaxiaco, que era a quien estos de Mixtepeque reconocían por señor, tenía guerra con MONTEZUMA, iban éstos a ayudar a su señor con sus arcos y flechas, y macanas de encina con sus navajas puestas, y rodelas de madera, y con hondas. E iban embijados los rostros y las piernas, y los que eran tenidos por valientes guerreros se encriznaban los cabellos en la corona de la cabeza hacia arriba, y que los que no son valientes traían los cabellos sueltos.
El hábito y traje ordinario que traían eran unas mantas de henequén pintadas de almagre: esto traían los caciques y principales, y los MACEHUALES traían sus mantas de henequén blancas. Y las vergüenzas se atapaban con unos paños del dicho henequén, pequeños, y los ataban a un cinto que traían a raíz de las carnes.